Cuanta ternura en la toma, cuanta belleza en la composicion, y las miradas tiernas de los chavales, que supongo hijos de la bienaventurada mujer, es todo un relato y un recuerdo para la posteridad bellisimo.
Esa luz sobre el chaval rubio le dan tanta singualirdad, llena de vida..., FELICHITAT
Por
Pepe Vieitez , Hace más de un mes